27 jul 2010

OFRENDA A SANTIAGO

Estaba yo dándole vueltas a como empezar una Parida sobre la ofrenda del borbón al apóstol Tiago, cuando he recibido un correo de Sisifo con el texto siguiente:

El otro día me encontré en la pantalla de la tele qe el Rey estaba pidiendo al apóstol Santiago qe nos saqe de la crisis. Ahí, dando ejemplo de pensamiento racional. (Claro qe, si prevaleciera el pensamiento racional no tendríamos rey, seríamos una república).

Y digo yo, ¿por qé no le pide cosas a Carmen de Mairena, qe al menos existe seguro y además está vivo?

Hay qe joderse, en plena Capital Gallega, existe un edificio de tamaño faraónico, llamado catedral, donde cientos de personal, se meten dentro para hablar con un tal Dios, qe nunca ha dado señales de vida, y cuyo método de comunicación, parece ser telepático o algo así. Dicha construcción está controlada por una organización, qe extiende sus tentáculos por el ancho mundo promulgando "enseñanzas" tales como qe sigues vivo después de muerto, y qe el hijo de Dios, qe es él mismo, y también su propio espíritu reencarnado, los tres a la vez, uno y trino, te vigilan en todo momento, y hacen qe te crezca pelo en la manos y te qedes ciego, si te tocas el pipí. Sabiendo esto, lo otro me parece casi anecdótico.
Salu2,
soy la iracionalidad de sísifo

Gracias Sisifo, me has dado el empujón que necesitaba con tu mensaje, que enlaza a la perfección dos anacronismos: monarquía con iglesia

Me he leído el discursito y en principio me parece una temeridad que en el transcurso del mismo Juancarlos diga que habla en representación de todos los españoles, por lo pronto de esos todos debe borrar a Sisifo y a mi mismo.

Y ya más en serio el rey debería recordar que si la Constitución se cumple a rajatabla en su artículo 56 en el apartado tercero que empieza "La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad" con la misma escrupulosidad debería tener en cuenta el carácter laico del Estado, (artículo 16, apartado 3º) por lo que está demás que se lo salte a la torera participando en su calidad de jefe de Estado en ese acto religioso.

A los que no creemos en supersticiones nos puede parecer una estupidez que se le pida al santo soluciones para la crisis económica, (pienso que quien le haya escrito el discurso pretende que con la solución de la tan cacareada crisis, que por narices ha de llegar algún día, se apunte un tanto la SMICAR y no lo haga el gobierno).

Aún con nuestro fundamentado escepticismo nos hubiera hecho más gracia que hubiera pedido clarividencia y celeridad para que la Justicia ponga en su sitio a los corruptos de la trama Gürtel y similares. Pero claro poner al santo en el compromiso de descubrir la CORRUPCIÓN puede ser muy peligroso pues el santo, una vez en marcha, podría pensar en no pararse en esos casos y seguir descubriendo otros que salpicaran a personajes "inviolables"