30 ene 2010

SEGURIDAD

En tiempos de FEMSA pertenecí a la comisión de seguridad e higiene de la fábrica, por supuesto del lado del Consejo de Delegados al principio y más tarde como miembro del Comité de Empresa

Un problema peliagudo al que como representantes de los trabajadores nos teníamos que enfrentar era el tratamiento que teníamos que dar a los puestos de trabajo que tuvieran peligro de toxicidad. La Empresa, por ley, compensaba la peligrosidad pagando las llamadas primas de toxicidad. La postura de los miembros del Comité era que los puestos con afectados de toxicidad había que eliminarlos, para ello trabajábamos en dos direcciones:

a) cambiar el proceso buscando soluciones no tóxicas y mientras tanto

b) invertir en medios y sistemas de SEGURIDAD que evitaran el peligro de contaminación.


Cuando por medio de estas actuaciones, se disminuía el índice de peligrosidad en el puesto de trabajo o en el mejor de los casos la peligrosidad quedaba anulada, la Dirección planteaba dejar de pagar las primas, cosa que parece en principio razonable, pero que producía una mengua en los ingresos del trabajador que en muchos casos era difícil de asumir. Téngase en cuenta que las primas que se recibían desde hacía años aliviaban en parte las estrecheces económicas.

Conseguimos, por una parte, que esta anulación de primas se hiciera paulatinamente absorbiendo las futuras subidas de convenios colectivos etc, y por otro lado nos dedicamos a convencer a los compañeros que la salud no se vende, no hay dinero para pagarla, y si no ahí está la frase que decimos cada 23 de diciembre, “lo importante es tener salud” cuando tiramos al contenedor de papel de reciclaje el décimo en el que habíamos puesto tantas esperanzas.

En una escala mucho mayor nos encontramos ahora con el mismo problema, el CEMENTERIO NUCLEAR. Resulta que la convocatoria para albergarlo se ha cerrado, que yo sepa, con nueve municipios candidatos para albergarlo. La zanahoria que se ofrece para premiar la abnegación de los vecinos es dinero y puestos de trabajo. La consigna de nuestro Comité de Empresa es perfectamente aplicable la salud no se VENDE.

Los vecinos del municipio al que se le conceda albergar el siniestro almacén de residuos nucleares verán compensado el riesgo al que se someten por dinero y puestos de trabajo, pero desde las centrales nucleares hasta el cementerio nuclear periódicamente circularán convoyes con la tétrica carga sometiendo al peligro contaminante a muchos ciudadanos que no recibirán compensación alguna. Esta reflexión, una más, conduce a la máxima:

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy bueno tu comentario sobre el aborto, razones de peso para que no nos vengan imponiendo a las mujeres por la fuerza un embarzo no deseado.