3 may 2009

INDECENTE

Acabo de leer uno de esos mensajes que frecuentemente te llegan al buzón electrónico, en este caso firmado por JOSÉ MIGUEL GÓMEZ VILLANUEVA, a quién no tengo el gusto de conocer (el mensaje es rebotado) y con el que coincido en opinión en más de un 95%, por lo que lo copio en su integridad a continuación:

Ha dicho la presidenta de Madrid que es indecente que mientras la inflación es -1%, los funcionarios, además de tener plaza fija, tengan una subida salarial del 5% (gran mentira por cierto). Objetivo, congelarles el sueldo.
Indecente es que un catedrático de Universidad o un cirujano de la sanidad pública ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera
Me gustaría transmitirle a esta Sra. lo que considero indecente: Indecente es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado 3.996 pudiendo llegar con dietas y otras prebendas a 6.500 €/mes; indecente es que un catedrático de Universidad o un cirujano de la sanidad pública ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera; indecente es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca, (siempre por unanimidad, por supuesto y al inicio de la legislatura); indecente es comparar la jubilación de un diputado y el de una viuda; indecente es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste con siete y los miembros del gobierno para cobrar la pensión máxima solo necesiten jurar el cargo.
Indecente es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF; indecente es colocar en la administración miles de asesores, amigotes con sueldos que ya desearían los técnicos más cualificados; indecente es el millonario gasto en mediocres TV autonómicas creadas al servicio de la pervivencia en el trono de políticos más mediocres; indecente es el ingente dinero destinado a sostener los partidos aprobado por los mismos políticos que viven de ellos; indecente es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo (y no digamos intelectual o cultural).
Indecente es el coste que representan a los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes siempre en gran clase y tarjetas de crédito por doquier; que sus señorías tengan seis meses de vacaciones al año; que sus señorías cuando cesan en el cargo tengan un colchón del 80% del sueldo durante 18 meses; que ex ministros, ex secretarios de Estado y altos cargos cuando cesan son los únicos ciudadanos que pueden legalmente percibir dos salarios del erario público; indecente es que se utilice a los medios para transmitir a la sociedad que los funcionarios solo representan un coste para el bolsillo de los ciudadanos; indecente es que nos oculten sus privilegios mientras vuelven a la sociedad contra quienes de verdad les sirven. Mientras, hablan de política social y derechos sociales… ¡¡¡Qué indecente!!!
Yo añado. ¡Sálvese quien pueda!, creo que serán muy poquitos.

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