22 oct 2007

FEMSA GRAN FAMILIA



fue una empresa familiar, la de la familia Caprile. Como otras muchas de aquella época, (principio de la década de los cincuenta, hasta mediados de la de los setenta), lo de SA "Sociedad Anónima" era una simple ficción.


La estructura familiar no se quedó en las altas jerarquías, descendió hasta los puestos más bajos, y para bien o para mal, este modo de sentir fue más patente en los integrantes de la Escuela de Aprendices


En la Gran Familia nadie le negó el título de Abuelo a Don Emilio y los nietos, por supuesto, éramos los aprendices de la Escuela, título que nos ha acompañado siempre, a veces como una losa, ya que con bastantes años encima, teniendo nuestros propios hijos e incluso desempeñando en la Fábrica puestos de responsabilidad, los más veteranos seguían tratándonos como los Chavales de la Escuela. Todo antiguo alumno de la Escuela sentía esta sensación mientras permaneciera en Fábrica Madrid. Siempre me ha molestado este particular tratamiento, aunque ahora, después de pasar doce años trabajando fuera de Madrid y después de jubilarme lo recuerdo con nostalgia y ¿por qué no decirlo? con cariño y quizás con cierto orgullo.



En tiempos de la Escuela toda nuestra vida estaba plenamente centrada en la Fábrica, diariamente las cinco horas lectivas, tres horas de aprendices en taller, una hora de comida en el bar Comedor o haciendo buen tiempo comiéndonos el contenido de la tartera tumbados en la hierba aledaña al campo de Jockey, a partir de las seis de la tarde tres días a la semana entrenamiento en nuestro deporte preferido, o jugando al ajedrez o al pimpón en el club Deportivo y en épocas de examen nos quedábamos en clase repasando incluso velando. ¿Y los domingos? Toda la mañana en el Campo de Deportes donde no faltaba un par de partidos de cada una de las disciplinas de Fútbol, Balonmano, Jockey, y en su tiempo Baloncesto. Por la tarde nos citábamos los del curso para ir a la discoteca o al cine o a guateques de propia organización. El pasar las horas de ocio juntos siguió después de acabar la Escuela al crear la Asociación de Antiguos Alumnos. Las relaciones de los alumnos de cada promoción sobrepasaron en mucho las normales de compañeros de clase, nuestro lazos de unión son los de verdadera amistad, no me atrevo a decir hermandad por puro rubor. Estos lazos permanecen hasta ahora entre muchos de nosotros, pero además en los casos en los que se ha perdido el contacto, por aquello de las vueltas que da la vida cuando por esas mismas vueltas volvemos a coincidir, puedo asegurar que nos entusiasmamos recordando tiempos pasados, nos contamos una y otra vez aquellas anécdotas vividas durante el tiempo de la Gran Familia, hay que reconocer que a nuestras mujeres, a veces, les tenemos que oír decir aquello de que qué pesados, siempre el mismo rollo .

Estas relaciones de compañerismo y amistad no son exclusivas de la Escuela, en mi opinión, este estilo o manera de ser lo exportamos desde la Escuela a la Fábrica cada uno a nuestra sección o departamento de tal forma que en la actualidad existe una verdadera red creada por lazos afectivos entre gente de FEMSA,(sea de la Escuela o no).


Como ejemplo de unidad entre nosotros expongo lo que ocurría en mi departamento "Experimentación Acumuladores" donde ante esos casos de necesidad, como por ejemplo los pequeños préstamos para superar momentos de apuro, acabar el mes, etc. se resolvían entre los compañeros de trabajo, no acudíamos a la familia propia. Aún es más, ante cantidades más cuantiosas estábamos unidos por una especie de red o tela de araña, cuyos hilos eran los avales bancarios. Unos avalábamos los créditos de otros y a su vez los otros nos avalaban en los propios.


Toda familia está compuesta de miembros, por supuesto la Gran Familia no fue una excepción, me propongo en este Blogg, FEMILIA (compuesto de FEMSA y Familia), aportaciones con mis recuerdos sobre algunos de los considero miembros destacados.


Mi postura personal ante este fenómeno la resumo en pocas palabras: Siento un cierto orgullo por pertenecer a la Gran Familia, considerándola como un grupo de personas, unidas emotivamente a un nivel de igualdad. Desde el principio, quizás intuitivamente, no consideré miembros de este grupo a la más alta jerarquía de la Empresa, con la excepción de Lorenzo Caprile. El tiempo me dió la razón en el momento de la venta a RB de la Compañía, con personas y todo. A muchos entonces se les vino el mundo abajo. Con el tiempo hemos de reconocer que salimos ganando al pasar de un sistema paternalista a otro basado en relaciones profesionales pero no exentas de humanidad. Y lo que es mejor muchos compañeros de la antigua BOSCH forman ahora parte de nuestra familia

Con gusto incorporaré, sin ningún tipo de censura, las aportaciones y comentarios que tengais a bien hacerme llegar.






























No hay comentarios: